Sila Illanes en "Ecos de Kanapun"

¿Serán acaso las Cordilleras Blanca y Negra, o acaso los nevados y lagunas de este lugar del Perú los que han moldeado el alma alegre de su gente? Esa forma singular de cantar el huayno, el pasacalle, inclusive el vals, mezcla de dulzura y de ritmo alegre que invita al baile, es propia de Ancash y es fácilmente   reconocible por cualquier aficionado de la música en el Perú. La edad de oro de la música ancashina dio figuras del alto nivel  como el “Jilguero del Huascarán” dueño de un registro de voz singular y cantautor de temas que se adueñaron del corazón de todos los peruanos, “Pastorita Huaracina” de un temperamento único y que paseo su arte por el Perú entero y por el extranjero, a los grandes como Jacinto Palacios, conjuntos como el Ancashino “Atusparia”, “Lira Andina de Huaraz”, entre otros, ¡que belleza de música que alimentaron nuestros afanes de guitarrero!: el sonido de los violines, la digitación de sus guitarras y la cadencia del huayno definieron el estilo ancashino.

Pareciera que nuevas fronteras, se abren para la música ancashina, no solo porque existe una generación de intérpretes (mas femeninas) de altísima calidad sino también, porque existe la voluntad de personas como Doña Julia Leonor Velásquez Osorio, quien ama profundamente su música y su cultura y decidió, por ello, aventurarse por los difíciles predios de la producción de un disco de música ancashina, motivada solo por el amor a las canciones, decidió impulsar una propuesta vigorosa, fresca, con temas poco difundidos  del cancionero ancashino y con temas que son clásicos, que felizmente nunca pasaran de moda; pero lo singular de esta producción es que, la interpretación vocal de las canciones, está a cargo de una ayacuchana de Puquio, ella es una de las voces más representativas de Ayacucho y que ha logrado para oídos profanos como los míos, captar el acento ancashino cosa nada fácil y por ello los méritos para Sila Illanes; el soporte musical tenía que estar en manos diestras, de un excelente músico y gran persona, el coronguino Frank Collazos Garay, además de Carlos Cano en el acordeón, Percy Bravo en la segunda guitarra y Félix Carrión en el violín.

Hacemos un brindis por esta producción, seguro de la acogida que tendrá no solo por los ancashinos sino por todos los amantes de la buena música. Saludamos la iniciativa de Doña Julia quien “cocinó”, seguramente esta idea en las numerosas noches de guitarreo, acompañados de un vaso de buen vino, un plato de jamón huaracino y de un picante de cuy al, estilo de su tierra, los mejores cómplices para las mejores ideas; entonces solíamos reunirnos ancashinos y ayacuchanos y aquí la criatura, resultado de esta feliz unión.

Julio Humala Lema